domingo, 28 de octubre de 2012

El bautizo de Nina

Nuestra princesita Nina Victoria nació el 3 de agosto de 2010, mi vida, mejor dicho nuestra vida cambio...ella se convirtió en el motor de nuestro mundo y pude comprobar que ser madre es maravilloso y una bendición de Dios, por primera vez sentí que podía dar mi vida por esa personita que albergue en mi vientre durante 9 meses (con Nina un poquito más).

Manuel y yo siempre contamos que hemos tenido tres bodas: la primera (y oficial) en febrero del 2008, nuestra boda civil, que celebramos con una reunión en compañía de nuestra familia y amigos más íntimos en la casa de mis padres en Lima. Un mes después la segunda, nuestro matrimonio religioso en la iglesia San Pedro de Lima, que celebramos con una fiesta en un local del municipio de San Borja (Lima). Y finalmente la tercera (más bien simbólica)  aquí en Rota, en junio, unas semanas después de mi reciente llegada a España, celebramos un almuerzo con toda la familia de mi esposo Manuel, (además de mi tía materna Elena y su familia, que viven en Canarias en representación de la familia peruana, gracias!), luego de tomarnos una fotos en la iglesia y los lugares más emblemáticos del pueblo con nuestros respectivos trajes de boda, vamos como si nos hubiéramos casado otra vez.

La ceremonia religiosa en Lima, fue muy importante para nosotros, siempre había soñado con ir del brazo de mi padre camino al altar y encontrar al pie a mi príncipe azul, gracias a Dios mi sueño se cumplió, sin embargo la familia de Manuel no pudo acompañarnos y siempre tuvimos pendiente una celebración tan importante con ellos y por eso decidimos bautizar a Nina en Rota, para compartir con la familia y algunos amigos de este día tan especial para ella y nosotros.

Por tradición aquí en España bautizan a los niños cuanto más pequeños mejor,  a cada mes mi suegra me preguntaba que cuando iba a bautizar a mi hija...que ya era "muy grande"... así que la bautizamos con casi cuatro meses, entre otras razones por mi estrenada maternidad no pude preparar todo cuanto hubiera querido para celebrar el bautismo de mi primera hija.

Al llegar el día ella y su abuela estaban muy felices:


Luego de la ceremonia religiosa en la Iglesia de la O, invitamos un almuerzo a todos los que nos acompañaron ese día, en un restaurante del pueblo:


 La decoración fue muy austera y solo pude preparar además de los recordatorios (una fotito de Nina con su traje de bautismo), un centro de mesa que acompaño a la tarta tan rica que saboreamos de postre.
Para el centro de mesa cogí la idea de un blog de manualidades, así que con un poco de fieltro me puse manos a la obra: les dejo este molde, que dibuje para armar la angelita principal. 
Manuel se lucio con una sandía tallada que desde que la vi me dejo encantada: 
Cada vez tiene los trazos más perfectos: que precisión, madre mía!!!
También unos cuantos centros para decorar las mesas:
Para finalizar la agasajada con su mami, con un poquito de tarta:

Gracias a la familia y amigos que nos acompañaron ese día. Les aseguro que si tengo otro hijo o hija...me voy a esmerar más en la decoración y los detalles. 

Saludos,

Consuelo.

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